¿Cuánto cuesta salir a comer afuera? Las salidas familiares se encarecieron un 60,7% en lo que va del año, de acuerdo con los datos de la Dirección de Estadística de la Provincia. Una familia tipo puede llegar a gastar entre $ 8.000 y $ 10.000 si prefiere un menú con hamburguesas y gaseosas. La cifra puede llegar a duplicarse si es que decide sentarse en un bar o en un restaurante a almorzar o a cenar. Esas salidas se han convertido en un lujo en una Argentina inflacionaria. Lo mismo ha pasado con el asado que, según el Índice Barrial de Precios del Isepci, se ha encarecido casi el doble desde que arrancó el año.
Las estadísticas oficiales indican que, durante mayo, la tasa de inflación en Tucumán (7,7%) fue la segunda más alta en cinco meses, sólo superada por la de febrero (8%). En el mes, el mayor incremento se evidenció en la división “Restaurantes y Hoteles”, con un 13,3%. Los mayores incrementos se observaron en dos verduras esenciales para las ensaladas: el precio del tomate redondo se reajustó un 49,7%, mientras que el de la lechuga lo hizo en un 35,8%. Hasta el pan francés se encareció un 11% y se decidió comprar una gaseosa, sabor cola, habrá pagado en promedio un 9% más que el mes pasado, aunque los reajustes suelen ser quincenales. Lo que más llama la atención del informe elaborado por la Dirección de Estadística de Tucumán es que en la provincia donde hay 15 ingenios instalados, el azúcar aumentó un 32% y que en las góndolas de algunos supermercados se pida unos $ 600 por kilo.
Según el reporte de Estadística, la variación acumulada del nivel general en lo que va de 2023 es de 41,4% y el mayor registro se observó en la categoría “Restaurantes y hoteles” (60,7%) seguido de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (50,9%).
A su vez, la variación interanual (comparado con mayo de 2022) del nivel general es de 110,6%. El mayor reajuste también corresponde al rubro “Restaurantes y hoteles” (165,6%) seguida por “Prendas de vestir y calzado” (135,2%).
Desaceleración nacional
El dato de inflación tucumana estuvo levemente por debajo del registro nacional que ha sido del 7,8% para mayo, lo que significó una desaceleración respecto los meses previos. Antes de conocerse estos datos, el presidente Alberto Fernández admitió que “no se puede vivir con una inflación del 100%”. Y atribuyó parte del fenómeno al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania. “En la Argentina se multiplicó por dos, pero no hay que olvidar que (Mauricio) Macri no se fue sin inflación, sino que dejó 55 puntos de inflación. Cuando hice campaña dije que el problema no iba a resolverse en cinco años y que iba a demandar mucho tiempo, la guerra ni siquiera estaba en mis planes”, completó el mandatario.
En los primeros cinco meses del año, la inflación acumuló una variación de 42,2%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 114,2%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La división de mayor aumento en el mes pasado fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (11,9%), producto de la suba de tarifas en los servicios de electricidad y gas natural por red. Le siguieron Restaurantes y hoteles (9,3%) y Salud (9%), debido a los aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga.
Si bien la suba del IPC de mayo (7,8%) estuvo por debajo de lo esperado, no hay que perder de vista que esta suba equivale a un ritmo anualizado del 146,3%, indica un informe de la Fundación Libertad y Progreso. Por otro lado, con el dato de mayo, la inflación acumulada durante la presidencia de Alberto Fernández (diciembre 2019-mayo de este año) se coloca en 387%.
¿Qué puede pasar con el Índice de Precios al Consumidor de Junio? Según las estimaciones de la Fundación, la inflación de junio se colocaría en torno del 7,3%, lo que sería el nivel mensual más bajo desde febrero de este año. “Aunque no hay que olvidar que estacionalmente la suba de precios de junio es menor que los meses previos. Todo esto asumiendo que no hay eventos disruptivos como la corrida contra el peso de la última semana de abril”, advierte.
“La dinámica de junio muestra que los precios están subiendo a un ritmo similar al de la primera mitad de abril. Si bien esto es una desaceleración respecto de mayo, el nivel de inflación mensual de la Argentina es el que tienen la mayoría de los países en un año”; indica Eugenio Marí, economista jefe de Libertad y Progreso. Agregó que no hay fundamentos ni monetarios ni fiscales para pensar que la inflación se desacelerará. “El déficit fiscal del primer cuatrimestre fue mayor al de 2022 y 2021, lo que presiona a que siga la emisión monetaria y el endeudamiento del Banco Central”, enfatiza.
Según el consultor Daniel Abad, la inflación nacional estuvo fuertemente influenciada por los servicios regulados (aumento de electricidad y gas) y menos por alimentos y bebidas, lo que es una buena noticia para los sectores de menores ingresos. “Hay que tener en cuenta que cada uno mira los precios que quiere o puede comprar y eso define su patrón de consumo, así, los sectores golpeados por la inflación de alimentos y bebidas sintieron un alivio en el mes de mayo comparado con abril”, explica.
Sin embargo, es difícil que la inflación baje mucho, la economía está muy indexada y a corto plazo, considera Abad.